1. AD y Bron no estuvieron a la altura
Para entender el rendimiento de ambos jugadores en este encuentro basta con ver sus porcentajes de tiro y si vamos más allá y analizamos el juego se concluye que ambos tuvieron una mala noche. Anthony Davis lanzó 4 de 15 de tiro de campo, mientras que LeBron James lanzó 0 de 6 en triples.
Las dos estrellas de los Lakers se vieron agotadas, principalmente LeBron. En el último cuarto Denver explotó ofensivamente y no supieron responder, y gran parte de esto fue por malas decisiones que tomaron ambos jugadores. Aún así, parece que pesa más un mal juego de Davis, antes que uno de LeBron.
2. ¿Darvin Ham acertó con el planteamiento?
Los Lakers comenzaron el Juego 2 con más energía que en el Juego 1, y las razones fueron más allá de adaptarse a la gran altitud de Denver. Los Lakers también parecían estar más preparados con una alineación de mayor tamaño. Después de ir con una alineación pequeña en el Juego 1 que incluía a Schroder, Russell y Reaves, los Lakers modificaron al sustituir a Schroder y presentar a Jarred Vanderbilt para complementar a Anthony Davis.
El equipo californiano perdió la batalla de los rebotes en el juego 2 (49-40) luego de perder también en el Juego 1 (los Nuggets ganaron 47-30). Los Lakers también tuvieron problemas en la defensa de transición. Pero impresionantemente el juego 2 demostró que Davis no es la mejor opción para ser el defensor primario de Jokic. Mientras que sí lo son Hachimura, Vanderbilt o incluso LeBron.
3. Denver parece tener mayor profundidad
Los Nuggets prevalecieron al final del juego, pero en los primeros minutos del compromiso se apoyaron en sus numerosos jugadores de rol. Michael Porter Jr. anotó triples oportunos (16 puntos en 5 de 10 de tiro de campo y 4 de 7 en triples) principalmente en el ‘catch and shoot’. Bruce Brown castigó a los Lakers por dejarlo abierto al anotar 12 puntos en 5 de 11 tiros y 2 de 4 desde lo profundo.
Aaron Gordon (10 puntos) ofreció presencia interior y Kentavious Caldwell-Pope (ocho puntos) se convirtió en una amenaza perimetral. Francamente, eso les dio a los Lakers demasiadas preocupaciones defensivas de las que preocuparse, lo que resultó en que Murray, Jokic y su elenco secundario los castigaran por igual.
