Con un triple a 1:26 de la conclusión y un par de tiros libres acertados en los segundos finales, Paolo Banchero sentenció anoche la victoria de los Orlando Magic sobre los New York Knicks por 111-106. El triunfo vuelve a poner de relieve la gran temporada del principal candidato a novato del año, pero también subraya el crecimiento coral de la franquicia de Florida. 

Capaces de ganar en al menos una ocasión a cuatro de los seis equipos que ocupan las posiciones de playoffs en la Conferencia Este a día de hoy, los floridenses confían todavía en dar un último empujón de cara a la clasificación para el play-in. La cosa está francamente complicada, pero su buen momento les permite confiar en sí mismos.

«No hemos jugado un partido este año que no haya sido importante para nosotros. Todos han sido competitivos. Los equipos que intentan consolidar su posición en playoffs están desesperados y con el nivel más arriba, jugar es más divertido. Estamos encantado de competir», valora Banchero, autor de 21 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 2 tapones y 2 robos en el triunfo contra NY. No han podido ni con los Bucks ni con los Cavaliers, pero han sido capaces de arañar victorias meritorias contra Knicks, Heat, Sixers y, en tres ocasiones, contra los Celtics.

«Esto demuestra de lo que somos capaces», opina Jamahl Mosley, entrenador de Orlando y exasistente de los Dallas Mavericks, donde entabló una gran amistad con Luka Doncic. «Todo reside en un sistema de confianza ciega en nuestras habilidades, en entender cómo hay que jugar de forma consistente. Es la mentalidad de pisar la pista y creer en quien eres y todo el trabajo que has hecho», añade.

En un bonito partido, New York pareció retomar el control con un tercer cuarto donde limitó a sus rivales con un parcial de 22-30. Los locales, sin embargo, reaccionaron con un 36-31 en el período definitivo. Cole Anthony, con 18 puntos, y Wendell Carter Jr., con 16 y 8 rebotes, fueron los complementes principales a Banchero. Franz Wagner, desafortunadamente, se retiró con una lesión de tobillo en el último cuarto tras anotar 16 tantos.

Los Knicks tuvieron la notable baja de Jalen Brunson. Estuvieron liderados por Immanuel Quickley y Quentin Grimes, autores de 25 puntos, mientras que Julius Randle terminó con 23 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias (7-20 TC) ante la gran defensa propuesta por Banchero, a la altura del reto. «Hace unos partidos metió 57 puntos, algo increíble. Así que he intentado frenarle un poco».

El rookie de ascendencia italiana, número uno del Draft de 2022, sabe que es muy complicado superar los cuatro partidos de desventaja en la tabla respecto a los Chicago Bulls (34-38), décimos y quienes marcan el corte para el play-in. Les quedan solo ocho partidos para intentar un milagro partiendo de su balance de 31 victorias y 43 derrotas. De nuevo, la confianza está en sus propias posibilidades y no en lo que hagan los demás.

«En diciembre, con todos recuperados, vimos que podíamos ganar a cualquiera… y ganamos a los Celtics. Somos un muy buen equipo, y solo se trata de aprender a dar el mismo esfuerzo cada noche», asegura Banchero. Accedan o no al play-in, el futuro pinta bien en Florida después de cuatro temporadas consecutivas con registros perdedores.